El futuro de las ciudades pasa por sacar el máximo partido a los recursos y ser más sostenibles, ayudando a proteger nuestro entorno y a mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos. En la era de la Internet de las Cosas, con millones de personas y dispositivos conectados, es imprescindible contar con una infraestructura de comunicaciones potente y segura, que permita interconectar a todos los dispositivos que conviven en la Ciudad, tanto de la Municipalidad (iluminación, semáforos, sensores, etc) como de sus habitantes.
La iluminación pública, la gestión del tráfico y el estacionamiento, la calidad del aire y la seguridad; son todas áreas susceptibles de ser gestionadas más eficaz y eficientemente, si somos capaces de aplicar el inmenso potencial de las nuevas tecnologías.
